sábado, 18 de mayo de 2024

Taller de emociones para Danai y Lena

Cada oveja con su pareja




Las cajas de emociones



El ahorcado en la biblioteca




Primavera de emociones

 


Eficacia y efectividad del Análisis Transaccional en psicoterapia: una revisión científica


El Análisis Transaccional (AT) ha emergido como una herramienta terapéutica de gran relevancia en el ámbito de la psicoterapia. Su eficacia en el tratamiento de diversos trastornos mentales y problemas interpersonales ha sido objeto de numerosos estudios a lo largo de su historia. 

Como resultado de lo anterior, la revista de Análisis Transaccional expone una revisión sistematizada realizada por los investigadores José Manuel Martínez Rodríguez, Verónica Aguado Rodríguez, Sabina Mateo León y Blanca Fernández Rodríguez en el periodo de 1961 hasta 2020.



Metodología y hallazgos

 La revisión destaca por su singular rigor metodológico, seleccionando solo aquellos estudios que cumplen con estrictos estándares de calidad científica, con metodologías experimentales y de grupos de control, aleatorización. También se consideraron aquellos estudios que comparaban el AT con otras terapias, lo que permite evaluar su relativa efectividad.

Los hallazgos de la revisión son categóricos y dan cuenta de la efectividad del AT en el tratamiento de diversas condiciones: adicciones, depresión, ansiedad, trastornos de la personalidad, entre otras.

En cuanto a las adicciones, el AT ha demostrado ser efectivo tanto en la reducción de la severidad de la adicción como en la prevención de recaídas. Zadeh et al. encontraron resultados positivos en el tratamiento de parejas con historial de drogodependencia a través de la mejora en la comunicación, la capacidad de resolución de conflictos y la satisfacción marital.

En el caso de la depresión, se muestra una mejora importante en la sintomatología depresiva post tratamiento Kanyongo & Tengeh.

En cuanto a la ansiedad, el AT ha demostrado efectividad en su manejo y sus diferentes tipos.

El AT ha sido aplicado con éxito en trastornos de la personalidad. Erksine et al. compararon la efectividad del AT con otras terapias y encontraron resultados equitativos.

También se encontró, una reducción en la reincidencia criminal en jóvenes delincuentes, según el estudio de Daldrup y Schachner (2017). Cabe destacar que la revisión mencionada se basa en estudios realizados hasta 2020.

Desde entonces, nuevas investigaciones han demostrado que AT funciona bien en muchas áreas.

Monajem y Aghayousefi (2015) encontró en su estudio que la psicoterapia de grupo con AT mejoró la regulación emocional, los estilos de apego y las creencias relacionadas con el anhelo por la sustancia en los adictos en tratamiento.

El estudio de Sinclair-Brown (1982), aunque realizado antes de la revisión mencionada, proporciona evidencia temprana sobre la posible eficacia del AT en el tratamiento de algunos síntomas de los trastornos del espectro autista.

También, el estudio de Karterud et al. (2018) complementa la evidencia del estudio de Erskine et al. (2010), ya que descubrió que el AT era tan efectivo como la terapia cognitivo-conductual en el tratamiento de la depresión y los trastornos de la personalidad.

Por último, esta revisión exhaustiva, junto con los estudios más recientes, brinda un sólido respaldo científico a la eficacia del Análisis Transaccional como terapia para el tratamiento de una variedad de trastornos mentales y problemas interpersonales. 

Relevancia y consideraciones para el porvenir

La importancia del AT no puede subestimarse; se ha establecido como una terapia no solo viable, sino también sorprendentemente eficaz, a menudo superando a opciones más convencionales. Este hecho pone de manifiesto la relevancia crítica de la evidencia científica para fundamentar las prácticas en la clínica.

Sin embargo, los autores no se detienen ahí. Enfatizan la necesidad urgente de seguir investigando para profundizar aún más en la comprensión de la eficacia del AT, y para fortalecer el respaldo empírico que lo sustenta. Además, se recomienda explorar nuevas fronteras, llevando el AT a distintos contextos clínicos y poblaciones diversas, mientras se desentrañan los mecanismos que hacen posible su efectividad.