martes, 29 de diciembre de 2020

El principio de parsimonia y el autoentrenamiento con el Adulto Mindful

 


El principio de parsimonia prioriza las explicaciones más sencillas de entre todas las posibles.

“Ante las perturbaciones mentales no se no emplea el principio de parsimonia científica: la teoría más simple para explicar un conjunto dado de hechos. Se apunta al barroco ”.

- Philip K. Dick

El Análisis Transaccional convierte los problemas personales e interpersonales en conflictos muy simples, cotidianos y hasta ordinarios. A veces, la gente rechaza la simplicidad del Análisis Transaccional porque desea que sus problemas sean especiales, profundos y cualquier cosa menos ordinarios. Además de sencillo, en mi opinión, el metamodelo es muy eficaz, porque exige un compromiso y responsabilidad para el cambio. Si conoces tus juegos, tu rol favorito, tus transacciones conflictivas y qué es lo que necesitas hacer para cambiar o dejar de jugar, te conviertes en tu propio terapeuta, porque tomas consciencia de que tú eres el responsable de tus éxitos y fracasos. Como mínimo un 50% de la responsabilidad. Implica una actitud activa, frente a los que prefieren delegar la responsabilidad de su cambio a un tercero, alguien que previo pago le “garantice la sanación”, esto puede ayudar mucho en una fase inicial, pero sólo se consigue el objetivo cuando, finalmente, uno se responsabiliza de su propio cambio.

La ansiedad o la depresión tienen efectos auto-limitantes. Es necesario empezar el camino rompiendo estas limitaciones, para ello, tenemos que trabajar nuestra energía, el optimismo y el entusiasmo contra la depresión. Así como, el aliento y la convicción, por un lado, y, por otro, el valor y la aceptación de los riesgos, frente la ansiedad. Trabajar con nuestro Niño, Adulto y Padre de manera que colaboren en nuestros objetivos y nuestra estabilidad interna.

El auto-entrenamiento puede enseñarte cómo asumir la responsabilidad de tus pensamientos y cambiar esa actitud de víctima, especialmente los pensamientos producidos por tu Niño Inseguro. Si no cuestionamos nuestras inseguridades, podremos arruinar nuestra vida.

Cuando nuestro Niño se siente inseguro o vulnerable, el estado Padre del Niño automáticamente se activa para intentar tomar control de la situación. El problema es que ese Padre arcaico puede ser contraproducente y llevarnos hasta la depresión o la ansiedad.

Si el Niño entra en ansiedad lo hará a través de un gasto de energía extra (preocupación, pánico, rumia, etc.) La ansiedad moviliza todos sus recursos anticipatorios tratando de prepararse ante lo peor (es decir, controlar).

Si el Niño se adentra en la depresión lo hará mediante una retirada de energía. La depresión controla a través de la desconexión de lo que se percibe como una amenaza (aislamiento y retraimiento, fatiga, evitación, descuido, etc.)

Son estrategias aprendidas en la infancia que de forma automática se activan ante determinadas emociones negativas con el fin de conseguir un control, control que es pura ilusión.

Querer controlar algo puede ser un deseo humano y constructivo, pero tener un control permanente de todo es pura ilusión. Es una trampa que nos aporta una leve calma antes de la tormenta.

El trabajo consiste en aumentar nuestra autoconfianza y seguridad de manera que nos permita sentirnos con coraje y seguridad ante las incertidumbres y vulnerabilidades inevitables.

Tanto nuestro sentimiento de inseguridad como nuestras respuestas de “pretendido control” son aprendidas, por tanto, podemos deshacer ese aprendizaje y sustituirlo por nuevos sentimientos, pensamientos y comportamientos.

Todo lo que se necesita es un plan, un poco de paciencia y una determinación en la práctica regular.

El Niño inseguro enviará mensajes absolutos como “No puedes” o “vas a fracasar”, el Adulto Mindful puede cuestionarlo, comprender que es su Niño inseguro y preguntarle:

  • Cómo sabes que vas a fallar?
  • Qué pasaría si se falla?
  • Qué otra cosa podría pasar?

O simplemente, el Adulto Mindful puede tomar el mando al tomar consciencia de que el estado Niño se siente inseguro y trabajar con él la autoconfianza y seguridad.

El Adulto Mindful necesita tener la actitud correcta y la motivación suficiente para deshacer los aprendizajes del Niño y llevarle a re-experimentar de manera más positiva y constructiva sus respuestas emocionales.

La actitud se consigue sosteniendo un estado de ánimo equilibrado y positivo (nutritivo, compasivo, valiente, etc.), y la motivación infundiendo energía suficiente a esta actitud de empoderamiento. La motivación es lo que te permitirá mantener tus esfuerzos y llegar hasta el final.

La ansiedad y la depresión son las dos caras de la misma moneda. Una puede estar solapando a la otra, o seguir a la otra.

María cada vez que tenía que hacer una exposición pública en el trabajo sufría de ansiedad, cada vez que sabía que tenía que hacerlo, su ansiedad le producía mucho malestar y angustia. Finalmente para evitar enfrentarse a ello, se lo pedía a otra compañera o llamaba diciendo que estaba enferma u otras tretas similares. María experimentó como iba sumiéndose en un estado depresivo, cada vez se sentía con menos motivación por todo y su autoestima caía en picado.

La necesidad de controlarlo todo impedía a María encontrar la salida, que sólo podía encontrar al experimentar su vulnerabilidad apoyada por su Adulto Mindful, por lo que no pudo confrontar sus miedos irracionales y tener la oportunidad de superarlos. El resultado fue como si al Niño de María se le hubiera finalmente confirmado que ella nunca sería capaz de hacerlo.

El mundo es el mismo para todos, solo que cada uno de nosotros podemos ofrecer diferentes interpretaciones. La vida no genera ansiedad ni depresión; tú interpretación y respuesta a los eventos lo hace. Hemos aprendido a reaccionar a determinados eventos de determinada manera, pero el evento es neutro.

El cambio necesita de una constante repetición de los nuevos esquemas de pensamiento, emoción y comportamiento para convertirse en hábito y sustituir a los antiguos patrones. No importa si estás haciendo ejercicio para perder algunos kilos, trabajando para mejorar tu condición física a través del running o preparándote como un atleta para una gran carrera, el entrenamiento efectivo siempre implica seguir un programa de repetición y esfuerzo progresivo.

El entrenamiento psicológico no es diferente: requiere repetición y esfuerzo progresivo. El diálogo interno se convertirá en el núcleo tu aprendizaje.

El auto-entrenamiento te enseña dos cosas:

(1) cómo romper los patrones destructivos que distorsionan tu pensamiento y te dejan vulnerable a la depresión y la ansiedad; y

(2) cómo reemplazar estos pensamientos con una forma de vida sana y adaptativa.


jueves, 3 de diciembre de 2020

Las redes sociales desde el punto de vista del Análisis Transaccional o el dilema de las redes sociales

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El Análisis Transaccional nos ofrece una visión estructurada de nuestro funcionamiento interno e interpersonal como individuos sociales. Puede ayudarnos también a comprender los efectos que las redes sociales están teniendo en nosotros como individuos y como sociedad. Veamos como, desgraciadamente,  podemos ser muy fácilmente manipulables como sociedad por intereses particulares.

Los Estados del Yo: El Yo Padre, sería el estado influenciado por algunas figuras de autoridad de nuestra infancia y, según ese modelo hablamos o actuamos. El Yo Adulto, es nuestra parte más consciente y racional y, por último el Yo Niño, que respondería a todos los deseos e impulsos propios de la infancia.

Nuestros estados del yo van a ser determinantes a la hora de manejarnos en las redes sociales, nuestro estado del Yo Padre, dará pábulo a noticias que reflejen sus valores, nuestro Adulto ajustará con su racionalidad el relato para ser justificable, y nuestro Niño se moverá en función de las emociones que le genere.

Las empresas utilizarán los datos de los consumidores de redes sociales, los clics de sus estados del yo a la oferta de la red, para bombardearnos con recomendaciones automáticas, notificaciones y publicaciones sugeridas, de manera que nuestros valores, datos y emociones se vean reflejadas y confirmadas, creándonos un mundo virtual a nuestra medida, en el que el producto, servicio o ideología a vender se integrará pegajósamente. Construyéndonos una realidad virtual diferente a la de tu vecino y acercándote a gente con las mismas respuestas de sus estados del yo, aunque ni siquiera conozcas ni vaya a conocer nunca, con la que se creará una nueva familia virtual formada por “fans”, amigos o “followers".

Las transacciones: Se denomina transacción al intercambio entre dos Estados del Yo, en respuesta a un estímulo. El estímulo en las redes es dirigido a crear seguidores o detractores. Nuestras transacciones en las redes se radicalizarán. El estado del yo Padre o del Niño son los que generan seguimiento. Mi mundo virtual intentará conectar con o contra tu mundo virtual. Comunicaciones a favor o en contra de los valores del Padre, juegos seductores o peleas entre Niños o la exaltación de la sobreprotección o de posiciones críticas de Padres a Niños, son el patrón de la mayoría de las comunicaciones virtuales. Las transacciones cruzadas, como las transferenciales (A - A)- (N - P), contratransferenciales (A - A) - (PC - N) ó (PN a N), deshumanizadas  (N a P)- (A a A), respuesta exasperante  (P a N) - (A - A) , queja mutua (N a P) - (N a P), las ulteriores, dobles, angulares o horcas, podrían convertirse en el estilo de comunicación imperante

Necesidad de estímulos de reconocimiento y de estructura: Tanto el hambre de estímulos como la de reconocimiento se alimentan de, lo que Berne llamó, Caricias, en inglés “strokes” que son  unidades de reconocimiento. Berne propone que no sólo la estimulación positiva (caricias positivas) es necesaria, sino que también la estimulación dolorosa (caricias negativas) podría ser decisiva para el mantenimiento de la salud. Esta hipótesis es esencial para la teoría de los juegos que postula que las personas aceptan y buscan la estimulación negativa aunque prefieran la estimulación positiva, puesto que lo insoportable es no tener ningún tipo de caricia, al fin y al cabo la caricia negativa satisface el hambre de relación, de reconocimiento y de estructuración del tiempo. Lo importante es que nos sigan, no ser indiferente.

Nuestra “Hambre de Estructura” se refiere al hecho de que nuestros cerebros están construidos para crear una estructura a partir del caos. Nosotros organizamos nuestras percepciones en patrones para poderlos identificar rápidamente y poderlos manipular en nuestra imaginación o en la vida real. Las redes sociales nos estructuran el tiempo y las relaciones, nuestros grupos de interés, nuestra filosofía de vida y sobre todo, nuestra identidad como grupo.

Por tanto, las redes sociales ocupan ya una buena parte de nuestra estructuración del tiempo y de nuestras relaciones y funcionan como una fuente inagotable de obtención de caricias, imponiéndose como proveedor de confianza, respeto y el éxito en tu “grupo virtual de pertenencia”. Nos permiten alimentarnos con la aprobación ajena, eliminando de un plumazo o “clicazo” a los detractores, con el apoyo de aquellos que como nosotros miran con las mismas gafas virtuales patrocinadas.

Posición Existencial: La postura existencial se determina en la infancia a partir de las conclusiones que el niño adquiere de su valor, del valor de los demás y del mundo. Desde esta postura, podemos comprender como hemos ido construyendo nuestra identidad y como establecemos nuestras relaciones. Desde nuestra posición (YO OK/no OK – TÚ OK/no OK – ELLOS OK/no OK) nos adentramos en la redes sociales, actuando con nuestro rol básico de Perseguidor, Salvador o Víctima, iniciando o enganchándonos a nuestros juegos favoritos, para finalmente poder reafirmar nuestra posición existencial básica. 

Emociones y sentimientos parásitos: Las cuatro emociones básicas son la alegría, la tristeza, la cólera, el miedo. El niño aprende a veces a reprimir estos sentimientos para reemplazarlos por otro, el sentimiento parásito que es mejor aceptado o le otorga determinados beneficios tramposos. Más tarde podrá mantener relaciones confusas, alejadas de la intimidad, de la honestidad y de la autonomía. Estos estos sentimientos parásitos, sin embargo, le prometen permanecer “atado” mediante el chantaje emocional al otro y le aportan cierta "seguridad". La red social acepta y fomenta el sentimiento parásito sin cortapisas, el cebo virtual, a buen seguro, enganchará con su complementario, la activación emocional parasitaria es la diana a la que apuntan todos las empresas, partidos políticos y depredadores de la red.

Guion de vida: Es un plan de vida inconsciente. Desde la infancia se toman decisiones para sobrevivir y responder a las necesidades inmediatas y más adelante, inconscientemente, se continúan tomando decisiones de esta forma aunque sean nocivas. Las necesidades inmediatas, en la vida virtual, van a estar promovidas por tu segmento de consumidores que a su vez responde a un plan elaborado para la obtención de objetivos económicos o políticos.

La autonomía: La autonomía corresponde a la utilización de las capacidades de consciencia, de espontaneidad y de intimidad. Nos permite aceptar la responsabilidad de lo que estamos viviendo, toma decisiones en función de sus propios criterios, nos permite sentimientos auténticos y facilita la visión del otro y de mí mismo individuos que merecen respeto.

La información falsa o manipulada hace que las empresas ganen más dinero que con la verdad. La ausencia de juegos, de no poder ejercer nuestro rol favorito en el triángulo dramático, de la obtención de los beneficios tramposos de nuestros sentimientos parásitos, hace que la verdad nos parezca aburrida, en un mundo donde cada vez estamos más solos y más faltos de caricias auténticas y de intimidad.


lunes, 2 de noviembre de 2020

Atención plena y los Estados del Yo

La realidad que percibimos no está determinada externamente por las personas, situaciones, objetos o ambientes; sino por la manera en que nos hablamos de esas personas situaciones, objetos y ambientes.

 Cada vez que nos hablamos de manera negativa y reactiva, no importa que creamos que estamos utilizando nuestra mente para racionalizar y justificar la negatividad, estaremos creamos sufrimiento innecesario para nosotros mismos; y, en algún momento, utilizaremos ese sufrimiento innecesario para proyectarlo de alguna forma sobre otras personas, situaciones, sobre el entorno e incluso sobre objetos. Esta consecuencia de la ideación negativista es inconsciente e inevitable. 

 A lo largo de la historia, importantes maestros han declarado y demostrado que la vida, para bien o para mal, es la creación de nuestros pensamientos tal como se expresan en nuestros diálogos internos. Albert Ellis, uno de los fundadores de la terapia cognitiva conductual, declaró que: “Las emociones dolorosas provienen más de los sistemas de creencias de las personas que de la realidad.”

 Sin embargo, tenemos una opción para poder evitar la reacción automática dirigida por el subconsciente. Es posible llevar el diálogo interno desde el preconsciente a la conciencia, y aprender a dirigir ese diálogo interno para que su contenido nos sirva y poder crear una vida que sea significativa, feliz y con relaciones de intimidad.

La neurociencia está proporcionando pruebas sólidas de la plasticidad cerebral, de que nuestro cerebro está dotado de una capacidad de por vida para reorganizarse con cada nueva experiencia.  Se sabe que la activación neuronal puede provocar cambios en las conexiones neuronales y la experiencia conduce a un cambio en la activación neuronal, a través de la práctica repetida en el enfoque atención [podemos fortalecer] los circuitos neuronales involucrados en el control voluntario de [conciencia]”(Ellison, 2006, p. 74)

Muchos trabajos de investigación han encontrado una relación entre el bienestar y un atributo particular de la conciencia, llamado atención plena. La atención plena se describe como "el estado de estar atento y consciente de lo que está sucediendo en el presente”(Brown & Ryan, 2003, p. 822)

Cuando está practicando la atención plena, uno no dirige la atención hacia adentro sobre el yo, ni intenta evaluar, construir o elaborar representaciones mentales del yo. Más que percibir a través de la lente autoenfocada, el objetivo es mantener o prolongar ese “momento fugaz de conciencia pura” (Gunaratana, 2002, p.138) donde uno observa el presente como es antes de proyectar sus categorizaciones, concepciones, expectativas, deseos y prejuicios (Baer, ​​Smith & Allen, 2004; Bishop, Lau, Shapiro, Carlson, Anderson, Carmondy, et al., 2004; Brown y col., 2007a; Dimidjian y Linehan, 2003; Kabat-Zinn, 1990; Lau, obispo, Segal, Buis, Anderson, Carlson y col., 2006; Teasdale, 1999)

En un estado de atención plena, no se propone ni se intenta lograr ningún objetivo aparte de mantener la conciencia más clara del momento presente (Gunaratana, 2002). Por lo tanto, se entiende que la atención plena fomenta una "receptividad imparcial" (Brown et al., 2007a, p. 213), "conciencia no colaborativa" (Bishop et al., 2004, p. 234) o "estado de alerta sin ego" (Gunaratana , 2002, p. 152), resultando en una visión más empírica hacia los datos de la experiencia inmediata (Brown et al., 2007a). Con el tiempo, es menos probable que los pensamientos de una persona consciente sean alterados por creencias personales y prejuicios que no están respaldados por evidencias objetivas.

 En términos generales, la atención plena consiste en:

(1) una mayor capacidad para desplegar, mantener y reorientar la atención y la conciencia al desarrollo de las experiencias presentes, y

(2) cambios sistemáticos en las tendencias psicológicas que alteran la naturaleza de la experiencia subjetiva de uno.

La atención plena tiene una calidad prerreflexiva, de modo que los contenidos de la conciencia no se interpretan inicialmente a través del marco de la experiencia personal y las representaciones mentales bien establecidas (Brown y Ryan, 2007a; 2007b; 2003; Levesque  y Brown, 2007).

Este cambio del procesamiento reflexivo hacia un enfoque centrado en el presente de la experiencia cambia la forma en que uno se relaciona con sus percepciones, emociones y pensamientos. Esencialmente, uno se identifica menos personalmente con sus experiencias. Por ejemplo, cuando surge un pensamiento negativo, en lugar de experimentarlo como un hecho ineludible de un estado del yo fijo, estático (“Soy un perdedor”), o de la realidad, uno es capaz de observarlo con cierta distancia mental y ver los pensamientos como pensamientos, eventos mentales transitorios que pueden o no ser correctos.

La atención plena también se ha caracterizado por aportar una “claridad de conciencia” a las propias experiencias tal como existen de momento a momento (Brown et al., 2007a, p. 213). Esta orientación a menudo se llama shoshin, o mente de principiante (Suzuki y Dixon, 1999) porque los contenidos de la conciencia se examinan con un sentido de curiosidad, como si fueran completamente nuevos y se examinaran por primera vez con menos confianza en las interpretaciones hechas en el pasado.

Existen muchos beneficios cuando uno aleja su atención del pasado y el futuro para enfocarse en el presente con atención plena, y por esta razón, la capacitación en mindfulness tiene como objetivo habituar a las personas a adoptar esta perspectiva. Muchos de los estados negativos, destructivos y contraproducentes asociados con las preocupaciones personales (vergüenza, culpa, vergüenza, miedo, ansiedad, ira, odio, incertidumbre) surgen cuando se aplica una perspectiva temporal (pasada o futura) o desde el AT se activa el Padre o el Niño.

Esto no quiere decir que las personas conscientes nunca experimenten preocupaciones por sí mismas, sino que cuando surgen, una persona con una orientación consciente no se siente tan encantada o amenazada. 

Es cierto, por otra parte, que nuestra consideración sobre el pasado y el futuro sirve para propósitos de adaptación, por ejemplo, para proteger y mejorar la identidad personal, pero este tipo de cogniciones filtran y obstruyen nuestra experiencia del presente y distorsionan nuestra perspectiva de la realidad mientras está sucediendo. Las personas estamos enfocadas en mantener autopercepciones positivas y descartar y refutar las autopercepciones negativas de una forma automática.

La atención plena puede integrarse fácilmente con la teoría de los estados del yo. Ser consciente se asocia con el estado del yo Adulto (Žvelc, 2010; Žvelc, Černetič y Košak, 2011).

En Psicoterapia Integrativa y Análisis Transaccional, el estado del yo Adulto se describe como una persona que está en el aquí y ahora, es consciente de la realidad presente funcionando de acuerdo con ella y es autónoma de las influencias intrapsíquicas de material rígido y obsoleto que reside en el arqueopsique y exteropsique (Berne, 1961; Erskine, 1991; Tudor, 2003).

 El estado del yo Adulto es el nivel en el que actuamos, pensamos y sentimos dependiendo de la realidad inmediata del aquí y ahora, utilizando todos los recursos que tenemos como individuos maduros. Estructuralmente, el estado Adulto contiene técnicas y estrategias, aprendidas por la experiencia, para resolver la problemas. Se utilizan en circunstancias apropiadas elegidas de acuerdo con los factores ambientales. Estar consciente es similar a estar en el estado del yo Adulto. Una persona consciente está en pleno contacto interno y externo, sin suprimir o evitar sus propios pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales desagradables. Están dispuestos a actuar de acuerdo con esa situación y no sentirse dirigido por las introyecciones del estado del yo Padre o el sentimiento y / o pensamiento del estado del yo Niño. Según Žvelc y sus colegas (Žvelc et al., 2011), la atención plena puede estar en el corazón del proceso de integración del estado del yo Adulto.

 Tanto la atención plena como el estado del yo Adulto se centran en el aquí y ahora, siendo desligados del material que pertenece al pasado o al futuro, como las introyecciones en el estado del yo  del Padre y experiencias traumáticas en el estado del yo del Niño.

Nuestra vida interna puede considerarse como una lucha continua entre lo que sentimos que queremos hacer: esto emana en el estado del yo Niño, y lo que creemos que deberíamos hacer, esto recae en el estado del yo Padre. El conflicto puede resolverse con la acción del Adulto, que se ocupa por lo que sucede aquí y ahora. El Adulto también es responsable de la forma de hacer lo que se ha decidido hacer. (Stewart y Vann, 2007; Midgley, 1999; Rusu, 2010)

Al estar atento, un individuo puede observar y luego abandonar sus pensamientos y sentimientos agradables o desagradables. Esto no se puede lograr en el estado del yo del Niño o del Padre debido a la rigidez de estos dos estados del yo, que por definición carecen de conciencia, porque han surgido como consecuencia de las interrupciones del contacto (Erskine et al., 1998).

Otro paralelismo más entre la atención plena y el estado del yo Adulto se puede observar en el nivel neuropsicológico. Parece que estar atento y estar en el estado del yo Adulto se caracterizan por la activación de las funciones ejecutivas del individuo. Estas funciones, que incluyen el manejo de la atención y la memoria de trabajo, la flexibilidad mental y el cambio de tareas, el inicio y el monitoreo de acciones, se han asociado con la corteza prefrontal del cerebro (Miller y Cohen, 2001).

 Según Berne (1964/1975), el objetivo final de la psicoterapia para un individuo es lograr la autonomía, que comprende la conciencia, la espontaneidad y la capacidad de intimidad. Para alcanzar la autonomía, una persona debe "curarse", en la medida de lo posible, del control intrapsíquico ejercido por sus patrones de guión. El guión limita su espontaneidad y flexibilidad en la resolución de problemas y en la relación con las personas, porque la historia de la vida de uno, incluido el final y todos los eventos principales, ya está escrita, generalmente en la primera infancia (Erskine y Moursund, 1998).

 Uno de los mecanismos clave de cómo funciona la atención plena es atenuar la naturaleza automática de las reacciones de una persona. En el campo de la atención plena, reaccionar de forma automática se denomina estar en "piloto automático". Significa hacer algo con poca o ninguna conciencia, de una manera predeterminada por patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento viejos, rígidos y, en general, no adaptativos. El concepto de estar en piloto automático, o actuar incoherentemente, y el concepto del Guión se superpone en gran medida. En ambos casos, la persona carece de autonomía, tal como la define Berne (1964/1975), que supone ser verdaderamente consciente de las cosas como son, ser espontáneo en todas las formas de comportamiento y, por tanto, capaz de una intimidad real en las relaciones con otras personas.

 La atención plena, que es un proceso de desautomatización y de aumento de la conciencia, puede, por tanto, ayudar a una persona a lograr flexibilidad y libertad para responder. Les ayuda a pensar, sentir y comportarse de una manera relevante para el situación específica en el aquí y ahora, libre de "las cosas viejas", tales como introyecciones y otros materiales de los estados del ego Padre y Niño.

 Vivir conscientemente significa estar en contacto, y si una persona está en contacto, no hay necesidad de seguir un Guión. Como explican Erskine y Moursund (1998), la historia de los guiones de vida es la historia del contacto y la distorsión de contacto entre un individuo y el mundo exterior de las personas y las cosas. Cuando el contacto se distorsiona o se niega, las necesidades no se satisfacen. Dado que la experiencia no se cierra de forma natural, busca un cierre artificial. Estos cierres artificiales son la sustancia de las reacciones y decisiones infantiles (Erskine y Moursund, 1998).

 Por el contrario, las necesidades de un individuo se procesan de forma espontánea y natural cuando la persona se encuentra en el estado de atención plena. Ser consciente de la propia necesidad y estar en contacto con ella permite a una persona satisfacer la necesidad más fácilmente, o al menos cerrar la Gestalt a través de la conciencia de que la necesidad no se puede satisfacer por el momento.