lunes, 29 de agosto de 2011

Creatividad y Análisis Transaccional


Eric Berne decía: "Todos nacemos bien, todos nacemos príncipes y princesas. Todos tenemos un cierto potencial humano que podemos desarrollar. Yo soy responsable de mi vida y decido, para bien o para mal, lo que es bueno para mí y lo que hago con ella. Todo el mundo (con sólo algunas excepciones, como los graves daños cerebrales) tiene la capacidad de pensar. La gente decide su historia y su destino, y estas decisiones se pueden cambiar. En resumen, todos podemos cambiar en pos de la autonomía y tenemos los recursos necesarios para hacerlo." 

En este post se va a desarrollar el concepto de creatividad utilizando el metamodelo del Análisis Transaccional. 

Hay muchas publicaciones sobre creatividad y sobre la diferencias que existen entre las personas creativas y las no creativas.  Parece que algunos de estos estudios coinciden en algunas características de personalidad comunes a la persona creativa: la independencia de juicio y de comportamiento; alta autoconfianza, tolerancia a la ambigüedad interna y externa, y aprecio por los elementos intuitivos y sensuales de la vida. Estas características describen quizá la autonomía que señalaba Berne como meta del Análisis Transaccional.


En su Tesis “A correlational study between creativity and transactional analysis ego states “ Linda Margaret Way realiza el egograma a dos grupos, el primero, el de las columnas en blanco, compuesto por personas creativas y el segundo por personas menos creativas. El resultado indica unas puntuaciones más altas en todos los Estados del Yo por parte del grupo de personas creativas, excepto en el Estado del Yo del Niño Adaptado Sumiso.





Según Berne, nuestros sentimientos, pensamientos y acciones se corresponden a uno de los siguientes tres estados diferenciados: Padre, Adulto y Niño. 

Los Estados del Yo en AT son: 

  • Observables: se pueden identificar los comportamientos de cada parte el Yo. 
  • Individuales: cada persona tiene su propio y personal Estado del Yo (mi Padre es sólo mío, desarrollado a partir de mi experiencia única) 
  • Sensible a los cambios: (puedo actualizar los valores del Estado Padre, los datos de mi Estado Adulto y aprender a acceder al disfrute en mi Estado Niño. 
Berne aceptó la importancia de los dos principales instintos de vida y muerte (libido y mortido) de la teoría de Freud. Sin embargo, agregó Physis (la fuerza de la naturaleza), como “una fuerza de la naturaleza, que eternamente prospera haciendo que las cosas crezcan y se perfeccionen” (Berne, 1981/1969: 98). 

El cambio es un desafío; el cambio es un proceso incómodo, ya que puede desestabilizar nuestro equilibrio; podemos perder nuestra dependencia de los comportamientos, hábitos, o relaciones que frecuentemente se convierten en una segunda naturaleza para nosotros. Es un gran desafío renunciar a nuestras perspectivas personales, marcos de referencia, o creencias debido a que estas estructuras mentales nos ayudan a mantener un equilibrio psicológico.

La homeostasis es un principio biológico y fisiológico que describe la tendencia de un organismo vivo para mantener el equilibrio y la estabilidad. Una manera de entender la homeostasis es apreciar el delicado equilibrio requerido en montar una bicicleta; cuando la gravedad tira de la bicicleta demasiado hacia un lado, la persona balancea cambia su peso hacia el lado opuesto.

Cuando las fuerzas en el entorno externo estimulan el cambio demasiado rápido, hay una reacción innata que contrarresta las presiones para cambiar (Wolman, 1973). La homeostasis es lo contrario de cambio y el crecimiento.


El crecimiento y el cambio es un reto porque los seres humanos son tirados por dos fuerzas opuestas: la homeostasis y la physis.

Esta fuerza creadora nos permite superar la adversidad y decir "Esto es lo que quiero hacer, y yo prefiero hacerlo a mi manera "(Berne, 1972). Esta fuerza positiva se deriva de la energía del Estado del Yo Niño, que es la fuente de la espontaneidad, la creatividad y la alegría, y se le conoce como la flecha de la inspiración. La flecha de la aspiración atraviesa los tres estados del yo. Físis, representa la esencia y la fuerza interior de la persona orientada hacia la sanación, el crecimiento y la evolución.

La creatividad es una característica humana que se muestra claramente en todos los niños pequeños. La presión para desconectarse del “modo creativo” o para no desarrollar las habilidades creativas proviene del Estado del Yo Padre.  El Estado del Yo Padre representaría, entre otros,  todos aquellos mensajes que van en contra del cambio, que persiguen la homeostasis, mantenernos en el equilibrio, en el no cambio, en la zona de comodidad, en lo “malo conocido es mejor que lo bueno por conocer”.

La intención de los padres, cuidadores o los maestros no fue seguramente en ningún momento limitar la creatividad de sus hijos o alumnos, sin embargo estos pudieron recibir mensajes  que fueron interpretados a nivel interno como mensajes del “NO”. Así, un patrón complejo de creencias sobre uno mismo y sobre nuestra capacidad comenzó en la infancia y puede ser reforzado más tarde limitándonos o dando permisos a nuestra creatividad.

El Adulto, dice Berne, está al servicio del Niño, permitiendo al individuo contrarrestar la presión del Padre y encontrar su propia fuente de creatividad.

Entender este concepto y su uso puede ser una potente herramienta para los padres y maestros. La persona autónoma es una persona que, a través de la buena fortuna o del aprendizaje, ha llegado a un equilibrio en sus Estados del Yo y ha integrado las funciones positivas de cada uno para que el Niño se sienta protegido y no obstaculizado por el Padre. El Adulto entonces trabaja con el Niño para hacer sus aspiraciones reales.

Jacob Zelinger en el British Journal of Projective Psycholog (1990) describe ocho fases en el proceso creativo: ideas y estímulo, improvisación, elaboración, edición, integración, pulido, separación, desarrollo.

Las dos primeras fases se generan en el Estado del Niño. La persona que tiene dificultades para “ empezar” 'puede ser incapaz de acceder a la espontaneidad del Niño Natural o Libre, actuando en Niño Adaptado en respuesta a mensajes del Estado Padre.



Las siguientes tres fases: elaboración, edición e integración – Son funciones del Estado Adulto. El Adulto considera, ajusta y recorta  la idea creativa para llegar a una síntesis. Esta fase requiere de un juicio más objetivo, el "aquí y ahora" del Estado del Adulto para cambiar la inspiración del Niño en algo concreto.

Las fases del pulido, separación y el desarrollo son funciones del Padre. El trabajo se prepara para presentación a los demás – los valores del
Padre, la visión y la experiencia son necesarios.

Una sociedad que procurara la creatividad en sus individuos tendría que ofrecer unos mensajes parentales ( padres y maestros) enfocados a dar protección y permiso.


(1)  (2) Desde el  Padre sano de estas figuras parentales se transmitiría unos valores de "toda persona tiene potencial"
(3)  Adulto : "he aquí cómo ponerse en marcha "
(4)  Unos padres y maestros que han enviado el mensaje de: "es seguro experimentar aquí"
(5)  y que dan permisos: " puedes hacer tu propio camino "
(6)  Niño de los padres y de los maestros mostraron el disfrute y la emoción en el resultado: "Me encanta como usaste el color"


Vivir creativamente significa tener la capacidad para la intimidad, la espontaneidad y la conciencia 

1 comentario:

Pedro dijo...

Bravo por esta exposición!
No empero, creo que conviene recordar que también le Adulte tiene tres subestados, por lo que hay un 'nivel' Niñe dentro de le propie Adulte que igualmente sacará beneficio de esas actividades creativas.

Por otro lado, no creo que deban tomarse las actividades re/creativas exclusivamente como un disfrute: Si no mantenemos un equilibrio saneado entre Niñe y Adulte (que no consiste en "la mitad [de los recursos] para cada parte"), se disparará la catexis de le primere.
En otras palabras, dar el tiempo adecuado a las actividades re/creativas de le Niñe (de las que verdaderamente disfrute y desarrollen a nuestre Niñe) es una medida sanitaria preventiva, si se quiere ver desde el punto de vista de la salud o incluso la economía.