Abraham Maslow, padre de la psicología humanista, acuñó el término "Complejo de Jonás" inspirándose en el personaje bíblico, para identificar una neurosis que habita en el ser humano: el miedo a la propia grandeza o huida del propio destino.
En la parábola, Dios pide a Jonás que vaya a predicar a una ciudad. Jonás debería ir para advertirles que sería destruida por la ira de Dios. En cambio, Jonas decide huir en la dirección opuesta, y se embarca en un barco hacia otra ciudad. Dios envía una gran tormenta que casi los hunde y ahoga. Los marineros rezan a sus dioses, pero no sirve de nada. Luego le piden a Jonás que ore a su Dios, pero él sabe que es culpable de la desgracia que ha afectado a la embarcación. Los marineros ya no saben qué hacer y, al preguntarle qué medidas iba a tomar, Jonás dice: Tíradme por la borda para aplacar a mi Dios. Mientras lo hacen, la tormenta pasa y Jonás es tragado por una ballena enviada por Dios. En el interior, reza y ruega durante 3 días, hasta que lo devuelve a la playa. Jonás luego va a la ciudad a la que tenía que haber ido a predicar.
En la historia podemos destacar:
- La huida de su destino o propósito.
- Culpa y castigo por estar fuera de su destino.
- El sacrificio por la fatalidad causada.
- Arrepentimiento y redención.
El Complejo de Jonás es, en suma, la negación de la capacidad de uno mismo para desarrollar su potencial, es el miedo y la ansiedad frenando nuestra visión de éxito. Sabes que vales para algo, lo visualizas, prevés el éxito y te asustas frenándote con la respuesta contraria, asegurándote que eres incapaz, haciéndote descender hacia el lado mediocre.
Las personas que no se sienten empoderadas y por ello sufren de constantes miedos, ansiedades o malestares existenciales (NIÑO ADAPTADO), nunca se preguntan si están haciendo lo que verdaderamente desean o necesitan, sólo se enfocan en sobreadaptarse o rebelarse contra las exigencias externas, alejándose, cada vez mas, de sus propias necesidades y autoestima.
Carl Rogers, para quien el descubrimiento de quién es uno realmente es realmente nuestra misión en esta vida, dice:
… (El individuo) aprende en gran medida que la conducta y sentimientos (Juegos, Rebusques, etc) que experimenta son irreales, que son sólo una fachada. Descubre que gran parte de su vida se orienta por lo que él cree que debería ser y no por lo que es en realidad, que existe como respuesta a exigencias ajenas.
Kierkegaard señala que en el extremo opuesto a la desesperación se encuentra el desear el Sí mismo que uno realmente es; en esta elección radica la responsabilidad más profunda del hombre.
Salir del refugio (falsa-protección) de la ballena:
Nuestros mandatos limitantes, implica enfrentarnos a la no seguridad, a los muchos interrogantes que implica la toma de decisiones y a las ambivalencias propias de las personas. Necesitamos trabajar hacia el empoderamiento. Desde el AT lo haremos fortaleciendo el ADULTO, descontaminado de los prejuicios de PADRE y trabajando el empoderamiento del NIÑO.
El objetivo es tener unos estados del yo en equilibrio y coherentes que sean protectores y estimulantes de nuestro desarrollo y bienestar. Normalmente junto con el Complejo de Jonas hay un miedo a la soledad, a salir de nuestra zona de confort. Quizás el temor a ser rechazados por nuestro entorno nos haga "permanecer en el molde". Algunas personas logran intuir, sienten, que aquello para lo que fueron llamados es otra cosa de lo que vienen haciendo o siendo en su vida. Saben que no están bien, pero no saben identificar la puerta de salida de ese malestar.
La ballena representa a nuestro inconsciente personal (PADRE Y NIÑO ARCAIDOS), nuestros mandatos, Guión de vida, Impulsores, etc. y el mar que le rodea sería el Inconsciente colectivo (familia, entorno). El síntoma es el regalo que nos hace el inconsciente para señalarnos el camino interior hacia el empoderamiento, la autonomía, en definitiva hacia el equilibrio interno. Nos abre las puertas a la autorrealización, al encuentro con nosotros mismos.
Empoderar significa: “hacerse dueño de algo, ocuparlo, ponerlo bajo su poder, hacerse poderoso o fuerte, prevenirse de poder o de fuerza”.
Con el empoderamiento recuperamos o desarrollamos los niveles adecuados de confianza en nosotros mismos, autoestima, autoeficacia y capacidad para responder a nuestras propias necesidades y actuar bajo la protección de un PADRE que nos da permiso para actuar en las decisiones que nos conciernen sin tener que someternos o defendernos de las necesidades de los demás. El ADULTO nos enfoca en la realidad del aquí y el ahora y nos ayuda a caminar fuera de la ilusión efímera y el sufrimiento inútil.
El empoderamiento nos permite alcanzar la autonomía y valorar la interdependencia para vivir fuera del Guión, salir de los Juegos y vivir relaciones sanas y la verdadera intimidad.
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