lunes, 3 de marzo de 2025

Diálogos con Maluisse: el peso de la perfección



Velle: Abuela, a veces siento que no puedo más. Quiero hacer todo bien, pero me angustia pensar que no voy a poder.

Maluisse:Es normal querer hacerlo bien, pero ¿qué es lo que más te asusta de fallar?

Velle: Que la gente se decepcione. Que piensen que no soy lo suficientemente buena. Incluso a decepcionarme yo misma.

Maluisse: ¿Y tú qué piensas de alguien que comete errores?

Velle: Depende. Si alguien se esfuerza y se equivoca, no me parece grave.

Maluisse: Entonces, ¿por qué eres tan dura contigo misma?

Velle: No lo sé. Es como si tuviera una voz en mi cabeza que me dice: “Si fallas, fracasaste”.

Maluisse: Esa voz la aprendiste con el tiempo. Tal vez escuchaste muchas veces que un error era un problema.

Velle: Sí, desde niña sentí que tenía que ser impecable. Recuerdo que en la escuela se castigaba cualquier error, o los compañeros se reían de ellos, solo se reconocían los éxitos. Y en casa también se aplaudía el éxito y se temía el error.

Maluisse: Claro, posiblemente has formado una creencia de que solo serás valiosa si nunca te equivocas. Pero dime, ternura, si alguien de tu entorno comete un error, ¿dirías que esa persona ya no vale nada?. 

Velle: ¡No, claro que no! Todo el mundo se equivoca.

Maluisse: Entonces, ¿por qué tú no puedes permitírtelo?

Velle: No lo sé… Nunca lo había mirado desde esa perspectiva.

Maluisse: Y ¿Qué pasaría si vieras los errores como parte del aprendizaje?

 Velle: Quizá me sentiría menos presionada. Tal vez sentiría menos miedo.

Maluisse: Claro. Fallar no es fracasar. Es aprender. Cuando un niño aprende a caminar, ¿se queda en el suelo si se cae?...  No, se levanta. No deja de intentarlo porque nadie le ha dicho que caerse es un problema. Para el niño los errores no son fracasos, son mensajes o parte de su aprendizaje. Si solo vives para evitar equivocarte, nunca descubrirás cosas nuevas, no avanzarás. Cuando el Padre Crítico domina, el Niño Libre se esconde… pero si fortalecemos al Adulto, aprendemos a crecer sin miedo.

Velle: Entonces, ¿cómo dejo de tener tanto miedo?

Maluisse: Dejando de ser injusta contigo . No necesitas ser perfecta para ser valiosa. La próxima vez que sientas que tu Padre Crítico te presiona, respira y pregúntale a tu Adulto: ¿Es verdad que un error me hace menos valiosa? Y deja que tu Niño Libre juegue un poco con la vida. Acepta el error y pregunta después descubre: 

  •  ¿Qué salió bien?
  •  ¿Qué aprendí para la próxima vez?
  •  ¿Cómo me hablé a mí misma durante el proceso?

Si hubo errores, úsalos como aprendizaje, no como prueba de incompetencia.

La clave está en encontrar un punto medio entre la calidad y la flexibilidad.

Velle: Voy a intentarlo. Ya te contaré como me va abuela, de momento ya me siento mejor.

Velle respira hondo. Por primera vez en mucho tiempo, siente que puede soltar un poco el peso que lleva dentro.

No hay comentarios: