Oye, ¿te sientes un poco estancado en la vida?
Pues tómate un papel y un boli y sueltalo todo.
¿Tienes problemas con las finanzas? Escribe todas tus deudas, facturas, ingresos y activos.
¿No te gusta tu cuerpo? Apunta todo lo que no te gusta de ti.
¿Te sientes ansioso? Escribe todo lo que te molesta o altera.
Lo primero es salir de la negación y ver claramente qué es lo que está mal.
En ese momento, tienes dos opciones: aceptarlo o comprometerte a cambiar.
La persistencia en la negación es lo que te mantiene igual.
Una de las razones por las que la gente no se cura a sí misma es porque sabe que, si lo hace, su vida cambiará.
Así que, cabreaté, decídete y céntrate en una cosa: no seguir así.
Si aceptas que eres infeliz, vas a sentirte incómodo durante un tiempo.
También puedes esperar a tocar fondo.
Tocar fondo es un punto de inflexión porque es en ese momento cuando la mayoría de la gente piensa: "No quiero volver a sentirme así nunca más".
En ese momento, la culpa ya no importa.
Sólo importa una cosa: no volver a caer en lo mismo.
Tu nueva vida te va a costar la anterior.
Te costará tu zona de confort y tu sentido.
Te costará relaciones y amigos...
...Pero vale la pena.
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