sábado, 10 de agosto de 2024

Disonancia cognitiva o cuando el Niño la lía parda

Seguramente, te habrás encontrado en una situación en la que te has dejado llevar por los impulsos del Niño e, inmediatamente después, has sentido la voz crítica de tu Padre, que te reprocha no haberte mantenido en el camino correcto de las normas y valores que debes seguir, de manera que tu Adulto intenta reparar la disonancia cognitiva que se produce, construyendo un argumento lo más lógico posible que justifique lo ocurrido.

Por ejemplo, has contestado airado y sarcásticamente a un comentario crítico, no importa si fue constructivo o no, sobre tu modo de vida, porque te has sentido atacado. Rápidamente, te sientes muy incómodo con la situación, que ahora te hace pensar que tu respuesta ha sido desproporcionada e injusta. La imagen que has mostrado de ti choca frontalmente con la imagen de persona justa y equilibrada que tienes de ti mismo. Para salir de esta incomodidad y volver a la coherencia interna, buscas una justificación a tu acción que permita mantener tu autoimagen intacta. Y la encuentras.

Si analizamos los estados del yo, podríamos describirlos de la siguiente manera:

Niño (N): Te sientes herido y descontado. Impulsivamente respondes con sarcasmo para defenderte.

Padre (P): A continuación, tu Padre te riñe internamente: "No debes hacer eso. No es correcto atacar a alguien solo porque tú te has sentido herido".

Adulto (A): Al sentir la disonancia entre tu acción y tu autoimagen, buscarás justificar la acción para neutralizar el malestar. Tu Adulto racionalizará el comportamiento buscando alinearlo con tus creencias, porque, si no lo hace, la disonancia entre tu autoimagen/creencia (persona justa) y tu comportamiento agresivo/injusto te producirá angustia emocional. Esta racionalización te permitirá convencerte de que la otra persona merecía el trato recibido. Por tanto, el culpable es el otro.

Un Adulto sano podría resolver objetivamente la situación y pedir disculpas o expresar sus emociones y sentimientos con humildad, recuperando el equilibrio de la situación. Sin embargo, cuando se produce la disonancia cognitiva, las altas energías en el Niño o el Padre facilitarán una contaminación del Adulto:

  • Adulto contaminado por el Padre: "Era necesario para mantener la autoridad". No es un pensamiento objetivo, sino que es una norma del Padre interiorizada.
  • Adulto contaminado por el Niño: La racionalización podría adoptar la forma de: "Necesito responder así porque he sido tratado injustamente antes". No es una justificación lógica, sino emocional.

Si este comportamiento se produce frecuentemente en ti, probablemente seas un jugador del juego psicológico NIGYSOB, que suele detectar con facilidad a un compañero “patéame”. Si quieres saber más de estos juegos entra aquí.

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