Juan Carlos es un cliente que ha tiene un problema relacionado con la adquisición de un gran volumen de tejido para satisfacer las demandas de su cliente. Se encuentra en una posición de incompetencia, ya que no ha logrado asegurar la cantidad necesaria de material. Gregorio, un proveedor con el que Juan Carlos ha trabajado en el pasado, es consciente de la dificultad de la situación.
En un intento por ayudar a Juan Carlos, Gregorio asume el papel de salvador al ofrecer su apoyo y hacer todo lo posible para resolver el problema. Juan Carlos, desde la posición de víctima, agradece efusivamente la ayuda y espera una solución por parte de Gregorio.
Desarrollo de la situación:
Gregorio se compromete a resolver el problema y pasa todo el jueves intentando conseguir la cantidad necesaria de tejido. Sin embargo, se encuentra con obstáculos y dificultades que no había anticipado. A medida que avanza el tiempo y se acerca el plazo, la presión sobre Gregorio aumenta, y su capacidad para cumplir con la promesa se ve comprometida.
En un intento desesperado por comunicar la situación a Juan Carlos, Gregorio realiza varias llamadas el viernes al mediodía. Sin embargo, se encuentra con la barrera de que Juan Carlos está ocupado en una reunión con su propio cliente y no responde. A pesar de sus esfuerzos adicionales a última hora de la tarde, Gregorio no logra contactar con Juan Carlos, ya que este último ha decidido irse de fin de semana antes de recibir la noticia.
El problema lo tiene Juan Carlos, él es el incompetente. Si uno es una persona empática, siente angustia, se pone en la tesitura de la víctima y, sin darse cuenta… se sitúa en el papel de salvador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario