La oruga se alimenta para poder entrar en la etapa de crisálida, envolverse en un capullo y convertirse en mariposa.
Will en el primer circo era una oruga cerrada en un frasco de cristal, permanecía postrado en aquella especie de caja, esperando que la cortina se retirase y el público observara, riera e insultara. Al conocer al director del circo de la mariposa, y ver qué maravillas podían aportar cada uno de sus componentes, supo que él también quería hacer algo importante. Deseaba recibir la admiración de los demás y cumplir un reto, un reto aparentemente “imposible”. El capullo se empezó a tejer y en él, las habilidades y capacidades personales empezaron a trabajarse. Will demostró poder convertirse en una espectacular mariposa, consiguió nadar y mostrar a todos como alguien con una gran deficiencia física, podía destacar y ser ejemplo a seguir para muchos.
No siempre es fácil tejer el capullo y conseguir ser mariposa. La capacidad de trabajo diario y superación, la voluntad y el saber que aquello que queremos podemos conseguirlo, la tenacidad y la fuerza para continuar día tras día, son aquellos recursos que permiten terminar el capullo y ofrecer los instrumentos necesarios para volar. Únicamente tenemos que creer en nuestro objetivo y saber que somos capaces de ello.
Desde aquí, os invitamos a compartir algún momento de vuestra vida en el que, después de caer, halláis conseguido levantaros y seguir hacia adelante, confiando en vuestra fuerza y capacidad de superación para conseguirlo.
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