El Triángulo Dramático de Karpman es un modelo psicológico que describe tres roles comunes que las personas adoptan en situaciones conflictivas: el Perseguidor, la Víctima y el Salvador. Cada uno de estos roles puede ser una forma de manipulación, ya que cada uno busca beneficios ocultos.
El Perseguidor
El Perseguidor es el agresor en el triángulo. Este rol puede ser una forma de manipulación, ya que el Perseguidor puede usar la intimidación y la culpa para controlar a los demás. El beneficio oculto para el Perseguidor puede ser el poder y el control. Al mantener a los demás en un estado de miedo o culpa, el Perseguidor puede sentirse en control de la situación.
La Víctima
La Víctima es el objetivo del Perseguidor. Este rol también puede ser una forma de manipulación, ya que la Víctima puede usar su sufrimiento para obtener simpatía y atención. El beneficio oculto para la Víctima puede ser la atención y la simpatía que recibe de los demás. Al presentarse como una Víctima, pueden obtener el apoyo y la atención que desean.
El Salvador
El Salvador es el que intenta resolver el conflicto entre el Perseguidor y la Víctima. Este rol puede ser una forma de manipulación, ya que el Salvador puede usar su posición para sentirse necesario y valorado. El beneficio oculto para el Salvador puede ser la validación y el aprecio que recibe por sus esfuerzos para ayudar. Al asumir el papel de Salvador, pueden sentirse valorados y necesarios.
Ejemplo:
Supongamos que en un entorno laboral, María es el Perseguidor, Juan es la Víctima y Pedro es el Salvador.
María constantemente critica el trabajo de Juan, lo que hace que se sienta inseguro y estresado. Juan se presenta ante los demás como víctima de las críticas de María, buscando simpatía y apoyo de sus colegas. Por otro lado, Pedro interviene tratando de resolver el conflicto entre María y Juan, ofreciendo consejos y mediando en sus disputas.
En este ejemplo, María se siente poderosa al controlar a Juan mediante la crítica, obteniendo así poder y control en la dinámica laboral. Juan, por su parte, busca atención y simpatía de sus compañeros al presentarse como la víctima de las críticas de María. Finalmente, Pedro se siente necesario y valorado al intervenir para resolver los conflictos entre María y Juan, obteniendo así validación y aprecio de sus colegas por sus esfuerzos para ayudar.
Conclusión
El Triángulo Dramático de Karpman es una herramienta útil para entender cómo las personas pueden manipular a los demás en situaciones conflictivas. Sin embargo, es importante recordar que estos roles son dinámicos y pueden cambiar a lo largo de una interacción. Al entender estos roles y los beneficios ocultos que cada uno busca, podemos ser más conscientes de la manipulación y trabajar para establecer relaciones más saludables y equitativas.
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