Relaciones según la posición existencial: Yo no estoy bien - Tú estás bien

La posición existencial "Yo no estoy bien - Tú estás bien" se refiere a una forma de percibir y relacionarse con el mundo y con los demás en la que uno mismo se ve de manera negativa o crítica, mientras que se percibe a los demás de manera positiva o superior. Esta posición puede influir en la forma en que nos relacionamos con los demás y en la calidad de nuestras interacciones sociales. Aquí hay algunas características y ejemplos de relaciones basadas en esta posición existencial:

Actitudes y comportamientos:

Autocrítica excesiva: Las personas que adoptan esta posición existencial tienden a ser muy críticas consigo mismas, enfocándose en sus defectos y errores mientras minimizan o ignoran sus cualidades y logros.

Idealización de los demás: Por otro lado, suelen idealizar a los demás, percibiéndolos como superiores, exitosos o felices en comparación consigo mismos.

Relaciones interpersonales:

Sumisión: Las personas que se encuentran en esta posición pueden adoptar un papel sumiso o complaciente en las relaciones interpersonales, mostrando una actitud de inferioridad o dependencia hacia los demás.

Búsqueda de aprobación: Pueden buscar constantemente la aprobación o validación de los demás para sentirse valiosos o aceptados, sacrificando sus propias necesidades y deseos en el proceso.

Ejemplos de relaciones:

• Un empleado que constantemente se critica a sí mismo por errores en el trabajo mientras admira y elogia excesivamente a su jefe o colegas.
• Una persona en una relación romántica que constantemente se disculpa por su comportamiento y busca la aprobación de su pareja, incluso cuando no ha hecho nada malo.
• Un estudiante que se siente incompetente y poco inteligente en comparación con sus compañeros de clase, a quienes considera brillantes y exitosos.

En resumen, la posición existencial "Yo no estoy bien - Tú estás bien" puede conducir a relaciones desequilibradas y poco saludables en las que una persona se subestima y desvaloriza a sí misma mientras sobrevalora a los demás. Es importante reconocer y trabajar en cambiar esta forma de percibirse a uno mismo y a los demás para promover relaciones más equitativas y satisfactorias.

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