martes, 16 de junio de 2020

LA SEGUNDA FLECHA Y EL ADULTO MINDFUL



La compasión es una respuesta a donde hay vulnerabilidad. La compasión y la bondad están en el Niño del Padre Nutritivo de cada uno. Es una emoción instintiva y natural, pero también aprendida vicariamente. Si en la infancia la persona experimentó estas dos cualidades en su cuidado le serán muy fáciles de activar, si no lo fue, puede haberlas aprendido de otras personas o puede trabajarlas en la actualidad.

El Niño herido necesita del abrazo del Padre Nutritivo, que, con su bondad, busca la luz para alumbrar le y ayudale a deshacerse del sufrimiento innecesario.

La autocompasión en el Padre Nutritivo interno es lo opuesto al autojuicio y el autocriticismo del Padre Crítico que es un reflejo del miedo en el Niño en el Padre Crítico (Bruja/Ogro)

El pensamiento autocrítico nos mete en una cárcel. El juicio crítico nos lleva a más miedo, más juicio, más miedo…

Desarrollar el Adulto Mindful con los pensamientos y el sufrimiento consiste en observarlos sin identificarnos con ellos, y esto nos permite comprobar que son solo construcciones mentales, interpretaciones, cálculos, suposiciones, recuerdos, hipótesis, juicios, deseos, etc, pero no son la realidad. 

La realidad es cambiante, sorprendente, neutra, etc. La realidad no son los pensamientos. 

El Adulto Mindful nos permite poder salir de la cárcel que construye nuestro miedo.

Para practicar con el Adulto Mindful necesitamos hacerlo desde la amabilidad, curiosidad y manteniendo el buen humor con nosotros mismos y con nuestros pensamientos.

El AM detecta el dolor que produce el primer estímulo, el evento, y utiliza la protección y la compasión del Padre Nutritivo, para después, dejar ir los pensamientos contaminados de los patrones antiguos,  y,  al dejar ir estos pensamientos, volvemos a conectarnos con nuestro cuerpo, nuestro entorno, todo aquello que sí es real. El aquí y ahora.

El Adulto Mindful busca debajo de la emoción que nos hace daño como celos, envidia, miedo, ira que pensamiento negativo sobre ti mismo, que voz crítica, que autodesprecio encuentra, en definitiva, busca los mensajes de la Madre bruja o el Padre ogro (Niño en el Padre).

El Padre Nutritivo activa la autocompasión y la amabilidad con uno mismo, como antídoto para salir del pozo de sufrimiento.


En el budismo existe una parábola que se llama “La segunda flecha”

¿Alguna vez has escuchado la parábola budista de la segunda flecha? La lección es: si te golpea una flecha (o sucede algo malo), no multipliques el dolor con rumiaciones y culpas negativas (segunda flecha).

Si queremos salir de nuestro patrón aprendido de juicios y reacciones emocionales, un elemento clave es poder parar, reconocer y abrirnos a un espacio más grande que el viejo patrón que nuestra mente está creando en el pensamiento. Nuestra tendencia es perdernos en un ciclo de reactividad. Para poder salir de ese ciclo, necesitamos cultivar la capacidad de pausar, reconocer y abrir.


La parábola dice:

"Si te golpea una flecha, ¿disparas otra flecha en ti?"

Si observamos la forma en que nos movemos durante el día, cuando sucede algo, cuando tenemos dolor en nuestro cuerpo, cuando alguien nos trata de una manera que se siente irrespetuosa, cuando algo sale mal para alguien que amamos, o cuando perdemos a esa persona amada, esa es la primera flecha. 

Estos eventos pueden ser duros, difíciles, dolorosos. Pero si ante estos eventos, nuestra mente y cuerpo entran en una reactividad dolorosa, no ayuda a mejorar o a salir de ahí. Culpamos a los demás, nos culpamos a nosotros mismos. Esa es la segunda flecha.

Nuestra libertad llega cuando liberamos la mente de los rígidos patrones de las rumiaciones y de los viejos pensamientos para interpretar lo que nos ocurre. Utilizar el Adulto Mindful significa que tenemos el poder para hacer una pausa y volver a situarnos en el momento presente para evitar activar la segunda flecha crítica o perseguidora. De esa manera podemos aprovechar la sabiduría y la bondad de nuestro Padre Nutritivo interno para ver claramente la situación y responder con el Adulto Minful y así no entrar en la pendiente irremediable de las reacciones basadas en el miedo.

Vamos a ver un ejemplo, digamos que te estás castigando por un error que cometiste, y te dices a ti mismo:

“Está bien, voy a sentarme y reflexionar, voy a hacer una pausa. ¿Puedo reconocer lo que está pasando? ¿Puedo reconocer lo que realmente está aquí: sonidos, sensaciones y sentimientos? ¿Puedo activar mi Adulto Mindful como observador consciente?

Desde el Adulto Mindful podemos responder a la situación que se ha creado en lugar de reaccionar.

“¿Tienes paciencia para esperar hasta que tu barro se asiente y el agua esté limpia? ¿Puedes permanecer inmóvil hasta que la acción correcta surja por sí sola?

- Tao Te Ching

¿Te encuentras repitiendo quejas parecidas cuando te sientes frustrado?
¿Te han dicho otros que "siempre" hablas de ciertos temas que parecen atormentarte?

Si no quieres estar como en el “día de la marmota”, usa tu segunda flecha para aprender a evitarlo.

Podemos detectar la segunda flecha con el Adulto Mindful, sólo cuando la veas como lo que es, pensamientos, sensaciones y emociones rancias y apolilladas,  podrás dejarlo ir y volver al aquí y ahora, con todo su potencial vital.

La primera flecha ya dolió al golpear. Agregar más dolores de cabeza, dolor de estómago y dolor de cuello a la mezcla no ayuda a nadie.

El objetivo es aceptar la primera flecha, evitar la segunda y tomar medidas para ayudar a los demás (un acto egoísta, puesto que eso me ayuda a mi misma) como puedo.

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