La señora Blanco se quejaba de que su marido limitaba gravemente sus actividades sociales, de modo que ella nunca había aprendido a bailar. Debido a unas alteraciones en su actitud fruto de un tratamiento psiquiátrico, su marido empezó a sentirse menos seguro de sí mismo y a ser más indulgente. Entonces la señora Blanco pudo ampliar la gama de sus actividades. Se apuntó a clases de baile y descubrió, consternada, que sentía un gran temor a las pistas de baile y tuvo que abandonar este proyecto. Esta desafortunada aventura, junto con otras parecidas, sacó a la luz aspectos importantes de la estructura de su matrimonio. De entre sus numerosos pretendientes eligió como esposo a un hombre dominante. Quedó entonces en posición de quejarse de que podría hacer de todo “si no fuera por él”. Muchas de sus amigas también tenían maridos dominantes, y cuando se reunían por las mañanas para tomar café, pasaban bastante tiempo jugando a “Si no fuera por él”.
"Juegos en que participamos" de Eric Berne
Juego Psicológico: La Pareja Dominante
Es un juego psicológico de una persona insegura o pasiva que, en general, inconscientemente elige una pareja dominante que restringe su/sus actividades.
El jugador selecciona una pareja dominante porque a él/ella no le gusta asumir riesgos o probar cosas nuevas. La pareja dominante "protege" a los jugadores de meterse en situaciones fóbicas, tal vez por miedo al fracaso o al éxito, y esto le da al jugador una "salida" o una manera de "salvar la cara" y no tener que asumir el riesgo.
A través del uso de la represión o supresión, las quejas del jugador de "Si no fuera por ti..." mantienen a su pareja en una sensación de inquietud y le dan al jugador diversas ventajas en la relación, es decir, una "baza a jugar" en un desacuerdo, etc.
Ventajas Sociales Internas y Externas
Con este juego, el jugador obtiene una ventaja social interna. La ventaja social externa es el pasatiempo "Si no fuera por él/ella", que es su derivado, y el cual juega con amigas iguales a ella. Por ejemplo, Elena juega con sus amigas cuando expresa sus enormes deseos de trabajar y la gran frustración que siente porque su esposo no se lo permite. Dice: "Si no fuera por mi esposo, yo tendría ahora un excelente puesto, porque yo antes de casarme había empezado a ascender en mi trabajo con gran facilidad. Si no fuera por él yo tendría mucho dinero ahorrado, pero claro no tengo nada".
Pagos Posibles:
- Confirmación de la posición existencial: "Yo estoy bien, los hombres/mujeres no están bien"
- Eliminación de tener que enfrentarse a los miedos personales
- Permite que él/ella participe en el pasatiempo de "Si no fuera por él/ella..." con la familia y amigos y usarlo como una forma de estructuración del tiempo y la obtención de caricias.
Funciones y Estados del Yo
Funciones - En primer lugar Víctima, a veces Perseguidor
Estados del yo: Niño a Padre
Juego explicado para que pueda entenderlo el Niño
Aquí tienes un ejemplo sencillo que podría comprender un niño pequeño del juego psicológico de "La Pareja Dominante":
Imagina que tienes dos amigos, Juan y María. Juan es un chico muy tranquilo y un poco indeciso, mientras que María es más decidida y le gusta tomar el control de las situaciones.
Un día, los tres amigos deciden jugar juntos en el parque. Juan quiere subir a la parte alta del tobogán, pero le da un poco de miedo. María, que es más valiente, le dice a Juan que no se preocupe, que ella lo acompañará y lo ayudará a subir. Juan se siente aliviado porque no tiene que enfrentar su miedo solo, y María se siente bien porque puede ayudar a su amigo.
En este ejemplo, Juan es el jugador que elige a una pareja dominante, que en este caso es María. Juan se siente más cómodo con María tomando el control de la situación y protegiéndolo de su miedo al subir al tobogán alto. María, por otro lado, se siente bien porque puede ayudar a su amigo y mostrar su valentía al enfrentar la situación.
Para Juan, el beneficio es que se siente más seguro al tener a María como pareja dominante, mientras que para María, el beneficio es sentirse útil y valiente al ayudar a su amigo. Sin embargo, este juego puede volverse problemático si Juan siempre depende de María para tomar decisiones o enfrentar sus miedos, y si María se acostumbra a tomar el control en todas las situaciones sin dejar que Juan tome sus propias decisiones.
Como en todos los juegos al final todos pierden, veamos como puede terminar este juego:
El juego podría terminar en una situación de "pierde-pierde" si ninguno de los jugadores logra satisfacer realmente sus necesidades o si la dinámica de la relación se vuelve desequilibrada y poco saludable.
Por ejemplo, si Juan siempre depende de María para tomar decisiones y enfrentar sus miedos, podría volverse cada vez más inseguro y perder la confianza en sí mismo. A su vez, María podría sentirse abrumada por la responsabilidad de siempre tener que cuidar de Juan y podría resentirse por no poder expresar sus propias necesidades y deseos.
En esta situación, ambos jugadores saldrían perdiendo. Juan no desarrollaría su capacidad para tomar decisiones y enfrentar desafíos por sí mismo, lo que afectaría su autoestima y crecimiento personal. Por otro lado, María se vería atrapada en un papel de cuidadora constante, lo que podría agotarla emocionalmente y frustrar sus propias aspiraciones y deseos.
En resumen, el juego terminaría en una situación de "pierde-pierde" si ninguno de los jugadores logra encontrar un equilibrio saludable en la relación, donde ambos puedan expresar sus necesidades, tomar decisiones de manera independiente y apoyarse mutuamente de manera equitativa.
Las excepciones:
El juego psicológico de "La Pareja Dominante" generalmente no produce beneficios de "gana-gana" de manera consistente, ya que implica una dinámica desequilibrada en la que uno de los jugadores ejerce control sobre el otro. Sin embargo, en situaciones excepcionales y con un manejo adecuado, podría haber algunos beneficios mutuos en ciertos momentos.
Por ejemplo, si ambos jugadores son conscientes de la dinámica de la relación y la utilizan de manera constructiva, podrían comunicarse abierta y honestamente sobre sus necesidades y limitaciones. En este caso, el jugador que actúa como dominante podría brindar apoyo y orientación de manera genuina, mientras que el jugador que actúa como sumiso podría reconocer y valorar esa ayuda.
Además, si ambos jugadores están dispuestos a trabajar en su propia autoestima y habilidades de afrontamiento, podrían aprender y crecer a partir de la experiencia. Por ejemplo, el jugador que se siente más cómodo asumiendo un papel dominante podría aprender a ser más empático y comprensivo con las necesidades del otro, mientras que el jugador que se siente más cómodo siendo sumiso podría desarrollar habilidades para tomar decisiones y enfrentar desafíos por sí mismo.
Sin embargo, estos beneficios serían más la excepción que la norma, ya que el juego psicológico de "La Pareja Dominante" tiende a perpetuar patrones de comportamiento poco saludables y desequilibrados. En la mayoría de los casos, la relación terminaría generando más pérdidas que beneficios para ambas partes.
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