Por Ovidio Peñalver
Socio Director General de ISAVIA Consultores
Uno no puede ser mejor líder que persona. Es imposible liderar con efectividad si se carece de competencias emocionales y conversacionales, además de unos sólidos valores y principios. Si hay una cualidad deseada por la mayoría de los directivos es un alto rendimiento en situaciones de cambio y presión creciente. ¿Qué creen que hace que algunas personas brillen bajo presión y otras se apaguen? Estoy seguro de que, entre otras competencias, está la adecuada gestión de los sentimientos, tanto propios como ajenos, a nivel individual como colectivo.
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