A continuación, te presento un ejemplo de cómo realizar este ejercicio:
Identifica un pensamiento negativo o limitante que sueles tener.
Por ejemplo, "No soy lo suficientemente bueno para este trabajo".
Escribe ese pensamiento en un papel o en una nota en tu teléfono.
Haz una lista de respuestas positivas y realistas a ese pensamiento.
Por ejemplo:
"He adquirido habilidades y experiencia que puedo aplicar en este trabajo".
"Soy capaz de aprender y mejorar en el trabajo".
"He sido seleccionado para esta entrevista, lo que significa que tengo algunas habilidades que buscan".
Imagina una conversación entre tu yo negativo y tu yo positivo. Por ejemplo:
Yo negativo: "No soy lo suficientemente bueno para este trabajo".
Yo positivo: "Eso no es cierto. Tengo habilidades y experiencia que puedo aplicar en este trabajo".
Yo negativo: "No estoy seguro de tener lo que se necesita".
Yo positivo: "Eso es normal. Pero puedo aprender y mejorar en el trabajo".
Practica esta conversación contigo mismo en voz alta o en tu mente. Hazlo cada vez que te encuentres pensando en el pensamiento negativo o limitante que identificaste en el paso 1.
Recuerda que este es solo un ejemplo de cómo realizar el ejercicio del diálogo interno. Puedes adaptarlo a tus necesidades y encontrar tu propia forma de practicarlo. Lo importante es ser consciente de tus patrones de pensamiento y trabajar en cambiar aquellos que no te benefician.
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