Berne escribió:
"La unidad de interacción social se llama transacción. Si dos o más personas se encuentran... tarde o temprano una de ellas hablará, o dará alguna otra indicación de reconocer la presencia de los demás. Esto se llama el estímulo transaccional. Otra persona entonces dirá o hará algo que esté de alguna manera relacionado con el estímulo, y eso se llama la respuesta transaccional."
Berne denominó transacción a la unidad básica de la interacción entre dos personas. Cualquier transacción está formada por un estímulo y una respuesta. Nuestra necesidad de contacto con los demás nos mueve a buscar su reconocimiento, a obtener de ellos transacciones que nos aporten información positiva o negativa sobre nosotros mismos. A estas transacciones las denominamos caricias, y el hambre de caricias positivas explica en gran parte la forma en que los seres humanos nos relacionamos entre nosotros.
En el Análisis Transaccional (AT), las transacciones se refieren a los intercambios de mensajes verbales o no verbales entre personas. Estos intercambios se dividen en tres tipos principales según los estados del yo involucrados en la interacción. Aquí están los tipos de transacciones en el AT:
Transacciones Complementarias:
En las transacciones complementarias, el mensaje del remitente va al estado del yo del receptor que se espera o coincide. Por ejemplo, si alguien se comunica desde su estado del yo Adulto, y la respuesta es también desde el estado del yo Adulto, la transacción es complementaria. Este tipo de transacción tiende a facilitar una comunicación clara y efectiva.
Transacciones Cruzadas:
Las transacciones cruzadas ocurren cuando el mensaje del remitente va a un estado del yo diferente al esperado o al que coincide con el mensaje del receptor. Por ejemplo, si alguien se comunica desde su estado del yo Adulto, pero recibe una respuesta desde el estado del yo Niño, la transacción es cruzada. Este tipo de transacción puede llevar a malentendidos y conflictos si no se maneja adecuadamente.
Transacciones Ulteriores:
Las transacciones ulteriores van más allá de una sola interacción y representan una serie continua de intercambios. Pueden ser positivas o negativas según cómo evolucione la conversación. Si las transacciones ulteriores son negativas, pueden contribuir a patrones de comunicación disfuncionales o juegos psicológicos.
Ejemplos:
Ejemplo de Transacción Complementaria:
Persona A: "¿Qué opinas sobre este informe?"
Persona B: "Creo que es una presentación muy sólida."
En este caso, ambas personas están interactuando desde el estado del yo Adulto, y la transacción es complementaria.
Ejemplo de Transacción Cruzada:
Persona A: "¿Cómo estuvo tu día?"
Persona B: "¿Por qué siempre estás preguntando eso?"
Aquí, la pregunta inicial es desde el estado del yo Adulto, pero la respuesta es desde el estado del yo Niño, lo que crea una transacción cruzada.
Ejemplo de Transacción Ulterior:
Persona A: "Nunca haces nada para ayudar en casa."
Persona B: "Siempre me estás criticando."
Esta interacción puede llevar a una serie continua de transacciones negativas, contribuyendo a un patrón ulterior de comunicación disfuncional.
Comprender y reconocer los tipos de transacciones en el Análisis Transaccional ayuda a mejorar la comunicación y la dinámica interpersonal.
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