sábado, 1 de febrero de 2020

La interrelación o las partes de un todo: mente-cuerpo



Estamos a finales del 2050, Maite mira su bandeja de entrada y reconoce el mensaje que espera de su equipo de Psiconeuroinmunoendocrinología. Luis, su doctor tutor, le acaba de enviar por email unos informes que el equipo de especialistas, que han estudiando su caso, han redactado para ella.

Maite  hace unas semanas consultó con Luis sobre un malestar que está teniendo en los últimos meses: insomnio, ansiedad, cansancio, falta de ánimo, etc. Luis la remitió a varios especialistas que estudian a Maite de forma integral, mente-cuerpo, para detectar las posibles causas del desequilibrio interno y, desde ahí, encontrar las vías de solución.

La primera especialista es su entrenadora Transaccional, Laura. Se conocen desde muy pequeña, en el colegio, Laura se ocupaba de las sesiones de GER (Gestión Emocional y Relacional). Eran dos sesiones de dos horas cada una a la semana. Una sesión en clase, todos los lunes, para trabajar en con dinámicas de grupo las emociones, las caricias positivas y negativas que intercambiaban en casa y en el colegio, los Mandatos e Impulsores, etc. Y la otra sesión, los viernes, para trabajar las interacciones positivas,  transacciones proactivas, el triángulo del empoderamiento, etc. Realmente Laura es y ha sido muy importante en su vida.

Maite, en la actualidad, suele pedir una sesión con ella cada vez que necesita aclarar sus dudas, de forma puntual. En este momento es la primera a la que quiere ver. Le cuenta que tiene problemas con su jefe de equipo. Que tiene ciertas sensaciones negativas cada vez que está ante él, que no lo logra superar ni identificar, algo se le escapa, porque racionalmente no sabe que ocurre, pero nota que le es difícil su presencia, capta cierto sarcasmo y dobles intenciones en él,  que la ponen en guardia, tensa y confusa. No sabe bien si es él, que tiene agendas ocultas, o es ella, que malinterpreta y deforma las intenciones de él.

Analizaron las transacciones más conflictivas, sus pensamientos, sus emociones y sus comportamientos. Buscaron sus necesidades detrás de todo ello.  Pusieron todo en orden, de manera que Maite pueda apoyarse en su equilibrio interno para mejorar sus emociones y la relación con su jefe de equipo. Se trata de evitar que la situación se perciba como una amenaza, fortaleciendo su Adulto, reforzando su Padre Nutritivo y empoderando a su Niño Interno. Conseguir, en definitiva, un estado emocional positivo, tranquilo y estable.

La segunda cita la tiene con un dietista. Carlos es un especialista en alimentación personalizada. Con él comprueba si los hábitos alimenticios en los últimos tiempos son los correctos y si se están siguiendo las recomendaciones de la última visita.

Lorena es la especialista que debe ajustar la microbiota de Maite. Desde que la revista 'General Psychiatry'  publicó, en el 2019, las conclusiones de varios estudios, en los que se afirmaba que las personas con síntomas de ansiedad, podrían experimentar mejoría tratando sus bacterias intestinales mediante alimentos y suplementos probióticos y no probióticos, ha habido muchos avances en la investigación sobre la microbiota intestinal. Es un examen obligado en cada revisión médica.  También Lorena examina, entre otros test y analíticas, si sus estrógenos-testosterona están en equilibrio o si  han aumentado sus citoquinas pro-inflamatorios que provocaría un comportamiento más violento o ansioso en Maite.

Todos ellos, junto con Luis, finalmente redactan un informe en el que se refleja como se está relacionando su sistemas nervioso, hormonal, inmune y su conducta, para a partir de ahí indicar unas pautas y recomendaciones.

Maite está segura que, en apenas un día, el bienestar y la calma volverán a reinar en su mundo interno.

Y es que, Maite, lo sabe desde que su madre le contaba cómo, apenas 30 años antes, la medicina podía salvar la vida pero también podía causar estragos. Los tratamientos, que no eran pautados por un equipo interdisciplinar, apuntaban a solucionar un área, pero podían atacar en otra. Todavía el ser humano seguirá avanzando, piensa Maite, pero se siente agradecida porque la calidad de vida emocional y social, ha mejorado exponencialmente en la actualidad.


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