El Análisis Transaccional (AT) se sustenta en una base filosófica que integra elementos de la Fenomenología y el Existencialismo. Berne, con un amplio conocimiento cultural, citó a filósofos, psicólogos y literatos en sus obras, lo que refleja la influencia de estas corrientes en el AT.
Las bases filosóficas del AT se pueden resumir en los siguientes puntos:
Fenomenología: Esta corriente filosófica influye en el AT en la forma en que se enfoca en la experiencia subjetiva y la percepción del individuo como fundamentos para entender la realidad.
Edmund Husserl: Es considerado el padre de la Fenomenología. Su concepto de "intencionalidad", que se refiere a la capacidad de la conciencia para dirigirse hacia los objetos, es similar a la idea del Análisis Transaccional de que las personas pueden dirigir sus estados del yo hacia un propósito o una tarea.
Maurice Merleau-Ponty: Su énfasis en la percepción y la experiencia corporal se relaciona con la importancia que el Análisis Transaccional da a la "experiencia aquí y ahora" y a la conciencia de los estados físicos como parte del proceso terapéutico.
Existencialismo: El AT incorpora la idea existencialista de que los individuos son libres y responsables de sus propias vidas y decisiones, lo que se refleja en la práctica del AT al fomentar la autonomía y el crecimiento personal.
Jean-Paul Sartre: Su idea de que "la existencia precede a la esencia" y que somos libres de elegir y dar significado a nuestras vidas, resuena con la noción del Análisis Transaccional de que las personas son responsables de reescribir su propio guion de vida.
Martin Heidegger: Su análisis del "Dasein" o "ser-ahí" y la autenticidad, puede vincularse con la búsqueda del Análisis Transaccional por la autenticidad y la verdadera identidad personal.
Estos filósofos y sus conceptos han influido en la forma en que el Análisis Transaccional entiende la personalidad, las interacciones y la capacidad de cambio y crecimiento personal. El AT toma prestadas estas ideas filosóficas para aplicarlas en un contexto terapéutico, promoviendo la autoconciencia y la responsabilidad personal
Así en la teoría del guion de vida el AT y el Existencialismo comparten la idea central de que los individuos son responsables de sus propias vidas y decisiones. En el AT, el guion de vida se refiere al plan inconsciente que las personas desarrollan en la infancia, influenciado por sus padres y que dirige su comportamiento en aspectos significativos de su vida. Este guion puede incluir limitaciones autoimpuestas y creencias sobre uno mismo y los demás. Y al igual que el Existencialismo, el AT enfatiza la libertad individual y la responsabilidad de crear la propia esencia a través de las elecciones y acciones. Tanto transaccionalistas como existencialistas sostienen que cada persona es libre de darle sentido a su vida y de superar las normas morales y éticas universales.
La relación entre ambas teorías radica en que el guion de vida puede ser visto como una manifestación de la libertad existencialista: aunque inicialmente está influenciado por factores externos, cada persona tiene la capacidad de reescribir su guion, tomar decisiones conscientes y cambiar el curso de su vida, reflejando así la libertad y la responsabilidad existencialistas. En la terapia de AT, se trabaja para que las personas se den cuenta de su guion de vida y desarrollen la capacidad de cambiarlo, lo que está en consonancia con la idea existencialista de tomar las riendas de la propia vida y buscar un sentido auténtico y personal.
Además de la Fenomenología y el Existencialismo, el AT también se ha relacionado con corrientes psicológicas como:
Psicoanálisis: Eric Berne, el fundador del AT, fue originalmente un psicoanalista y su trabajo tiene raíces en las teorías de Freud.
Comparte varios conceptos clave con esta corriente psicológica:
Estados del Yo: En el psicoanálisis, Freud identificó tres componentes de la mente: el Ello, el Yo y el Superyó. Berne adaptó estos conceptos al AT con los estados del Yo: Padre, Adulto y Niño.
Guiones de Vida: Similar a la noción freudiana de que nuestras experiencias tempranas influyen en nuestro comportamiento adulto, el AT sostiene que desarrollamos guiones de vida basados en estas experiencias.
Juegos Psicológicos: Estos patrones de comportamiento en el AT tienen paralelismos con las defensas inconscientes en el psicoanálisis.
Reparentalización: Este concepto del AT refleja la idea del psicoanálisis de trabajar con transferencias y contra-transferencias para resolver conflictos internos.
Psicología Humanista: Esta corriente enfatiza la experiencia subjetiva y el crecimiento personal, aspectos que el AT incorpora al promover la autonomía y la capacidad de las personas para cambiar su guion de vida.
Comparten varios conceptos fundamentales:
Potencial humano: Tanto el AT como la Psicología Humanista se centran en la creencia en el verdadero potencial humano y en el desarrollo íntegro de las personas.Autonomía y Libertad: Ambas teorías enfatizan la autonomía y la libertad del individuo para dirigir su vida y tomar decisiones conscientes.
Aquí y ahora: La importancia de vivir en el presente y la conciencia de la experiencia actual es un concepto compartido que se refleja en la práctica del AT.
Crecimiento personal: El AT y la Psicología Humanista promueven el crecimiento personal y la autorrealización como objetivos clave del desarrollo humano.
Constructivismo: El AT reconoce la importancia de las percepciones individuales y cómo estas construyen la realidad de cada persona, lo que se refleja en la teoría de los guiones de vida y en la forma en que las personas interpretan sus transacciones.
Con el Constructivismo comparte una base epistemológica común que se refleja en varios conceptos clave:
Guion de Vida: En el AT, el guion de vida es un plan inconsciente desarrollado en la infancia que dirige el comportamiento de una persona. Desde una perspectiva constructivista, este guion puede ser visto como un constructo personal que cada individuo construye y reconstruye a lo largo de su vida, basado en sus experiencias y percepciones¹.
Percepción de la realidad: Tanto el Constructivismo como el AT sostienen que la realidad es percibida y construida por el individuo. En el AT, esto se manifiesta en cómo las personas interpretan sus transacciones y juegos psicológicos, y en el Constructivismo, se enfatiza cómo los individuos construyen su conocimiento y comprensión del mundo a través de sus experiencias cognitivas y emocionales.
Cambio y crecimiento personal: Ambas teorías valoran la capacidad del individuo para cambiar su percepción y su comportamiento. El AT facilita este cambio a través de la redecisión y la actualización del guion de vida, mientras que el Constructivismo enfoca en la adaptación y modificación de los esquemas cognitivos del individuo.
Teoría Sistémica: El AT considera las interacciones entre individuos dentro de un sistema más amplio, como la familia o la organización, y cómo estas relaciones afectan la conducta individual.
Aquí hay algunos conceptos clave del AT que tienen paralelismos con la teoría sistémica:
Estados del Yo (Padre, Adulto, Niño): Este modelo describe cómo las personas interactúan desde diferentes estados psicológicos, lo que afecta la dinámica de las relaciones dentro de un sistema.
Transacciones: Son los intercambios de comunicación entre personas, que pueden ser complementarias, cruzadas o ulteriores, y son fundamentales para entender la dinámica de los sistemas relacionales.
Juegos Psicológicos: Son patrones repetitivos de comportamiento que las personas juegan inconscientemente y que tienen un impacto significativo en las relaciones y la dinámica del sistema.
Guión de Vida: Es un plan inconsciente desarrollado en la infancia que dirige el comportamiento de una persona y afecta cómo interactúa dentro de sus sistemas relacionales.
Estas influencias ofrecen al AT ofrecer una perspectiva integradora y multifacética sobre la personalidad y la comunicación humana.
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