Como nombre lo indica, es uno de los juegos más hirientes que puede jugar. En ¡Ya te tengo!, como a veces se llama, hay dos jugadores - el perseguidor y la víctima. El perseguidor es el actor central, él o ella empieza este juego, ya que proporciona una oportunidad de dar rienda suelta a la ira y la rabia. En ya te tengo!, el perseguidor espera de que la víctima tenga un fallo y entonces se lanza.
En este juego el jugador selecciona una pareja que juega, frecuentemente, "Pateame". El jugador es Externalizado siente desprecio y hostilidad, mientras que la pareja que juega "Patéame" es internalizada y provoca inconscientemente para ser castigado.
Cuando se juega en una pareja, el juego suele ser desencadenado cuando de pronto, por cualquier "razón", el jugador descarga un ataque de ira al percibir un ligero error en el otro jugador.
El jugador "Patéame" sabe por experiencia los botones que activa al jugador "¡Ahora te agarré.." (por lo general los celos y / o la rabia), pero parece que no puede evitar pulsarlos. Realmente parece ser un "accidente" del jugador "Patéame" porque, como todos los juegos, es un juego psicológico desempeñado por el estado del yo del niño a un nivel subconsciente.
Por ejemplo, el jugador “Ahora te agarré..” está en uno de "los estados de ánimo favorito", hay ira en el silencio y el aire se siente grueso con la tensión. El "Patéame" jugador elige el peor momento para hacer una "inofensiva" pregunta como: "¿Qué he hecho yo ahora?"... a la que el jugador responde encolerizándose 30 minutos explicando que "todo siempre tiene que girar alrededor de ti!
Posibles pagos:
- Confirmación de la posición existencial: "Yo estoy bien, los hombres/mujeres no están bien", "no se puede confiar en los hombres y mujeres"
- Justificación de la incapacidad para controlar la ira y comportamiento abusivo.
- Prevención de problemas personales que causan furor, centrándose en la otra persona.
- Proyección de los aspectos renegados de sí mismo.
- Patrón habitual de comportamiento para crear la estimulación intensa - caricias negativas que son familiares.
Funciones - Perseguidor que afirma ser una víctima
- Ego Estados: Padre Crítico, Niño
Posibles pagos (Patéame):
- Confirmación de la posición existencial: "No estoy bien, los hombres/mujeres no están bien", "Yo no estoy bien, Tú estás bien."
- Reconstrucción de la relación entre padres e hijos desde la infancia - proporciona estímulos e intensidad.
- Inicia otro juego llamado "¿Por qué esto siempre me pasa a mí?"
- Obtiene caricias negativas de su infancia - el abandono, la vergüenza, el desprecio.
Funciones - Víctima
Estado Ego: Niños a Padres
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